La discusión sobre la frecuencia de los exámenes continúa generando debates entre estudiantes y profesores.
Dado que el sistema de calificaciones depende en gran medida de los exámenes, la decisión entre pruebas mensuales o semanales se ha vuelto fundamental para los estudiantes cada trimestre a medida que avanza el año.
“Me encantan los exámenes semanales porque, aunque todos son sumativos, mejoran tu calificación. Si obtienes una mala puntuación en el primer examen pero una buena en la segunda, eso se equilibra”, dijo la estudiante de tercer año Bianca XX, expresando su afecto por las pruebas semanales.
Aunque podría mejorar las calificaciones de los estudiantes, la carga de trabajo de los profesores aumentaría enormemente con los exámenes semanales.
“Los exámenes semanales nos hacen tener más trabajo todas las semanas. Tenemos que arreglar tiempos específicos fuera de clase con los estudiantes si quieren volver a tomar el examen,” dijo el profesor de Álgebra Jarret Cowgill. “También habría muchos días de repaso en clase y no tantos días para aprender contenido nuevo”.
Los maestros reconocen que más días de revisión podrían hacer que los estudiantes tengan más facilidad de dominar el contenido. También les ayudaría a los maestros a tener un mejor conocimiento de cómo les está yendo a sus estudiantes y cómo pueden mejorar en sus lecciones.
Aunque todo esto es positivo los maestros aún luchan con los problemas que podría presentar para lograr un equilibrio entre la introducción de material nuevo y garantizar que ningún estudiante se quede atrás.
El debate se vuelve más complicado porque diferentes clases requieren diferentes cantidades de tiempo para realizar exámenes efectivos. Esto añade aún más capas de debate entre profesores.
“Sé que en las clases de historia nos centramos mucho más en las habilidades que usamos dentro de la unidad;como analizando papeles, vídeos, discurso, o escribiendo sobre lo que piensan los estudiantes, más que en simples opciones múltiples”, dijo la profesora de historia Carrie Messina.
Aunque muchos estudiantes agradecerían la prueba semanal, parece que hay más aspectos negativos que positivos para algunos de ellos.
“Nunca habría un descanso porque todas las clases avanzaría mucho más rápido durante todo el año con pruebas semanales”, dijo la estudiante de tercer año My Dinh. “También si alguien no asiste a clase con regularidad, las notas de ellos serían pésimas”.
Y por eso, aunque algunos estudiantes dicen que los exámenes semanales son mejores, también hay muchos que prefieren los exámenes mensuales para tener un respiro.
“Los exámenes semanales pueden ser abrumadores porque todas las semanas tendríamos que preocuparnos si reprobamos o no”, dijo la estudiante de cuarto año Kira Jordan. “Prefiero los exámenes mensuales porque tienes más tiempo para estudiar.”
A medida que continúa el debate, la decisión recae en el maestro: elegir si realiza una prueba mensual o semanal. Ambas partes presentan pros y contras, y los profesores tienen que decidir el enfoque que adoptarán al respecto.